Habitualmente, durante el verano los niños que viven y veranean en los pueblos, juegan al aire libre, corretean por la calle y,… disfrutaban de mayor libertad, con una menor «supervisión» del adulto. Ahora, estas actividades comparten tiempo con el uso del móvil.
Esta es una foto de una noche de verano en mi pueblo. Criaturas absortas en las pantallas y si alguien no tiene móvil comparte el del vecino.
Por otro lado, durante una noche de verano la ciudad fue escenario de una actividad lúdica. Esta foto está hecha en Zaragoza, en la plaza del Pilar fuente de Goya. Aquí las criaturas empezaron a meter los pies y algunos terminaron bañándose. Algunos de los adultos que les acompañaban no se resistieron y sumergieron los pies. A los que pasábamos por allí nos daban ganas de sumarnos por el calor que hacía, pero por civismo no lo hicimos.
Se terminaron las actividades veraniegas, el curso escolar comienza en breve, intentaremos disfrutarlo en lo posible. ¡Feliz aterrizaje!