Hace unos días hice un curso en el CP Juan de Lanuza de Zaragoza sobre prácticas restaurativas. Impartido por Ricard Vila y aunque breve, fue intenso y bien aprovechado (en mi opinión). Gracias Beatriz asesora del CP por elegir tan bien ponente y tema.
Se trata de asambleas guiadas por una persona (facilitadora) que modera la actividad. Nos colocamos en círculo y vivenciamos la propuesta, el turno de palabra se establecía pasando un muñequito, y todos podíamos manifestar nuestra opinión sin estar obligados a hacerlo. Puede utilizarse para sondear opiniones, proponer mejoras, construir las normas de clase, … y otros temas que surjan. Partió de los círculos de diálogo, mas generales para llegar a los restaurativos, una herramienta de mejorar de la convivencia.
Ricard nos orientó sobre como iniciar la actividad, las preguntas más oportunas para «romper el hielo» así como otras más «sesudas» que abordan temas más significativos. Practicamos la escucha activa en el grupo como herramienta clave, lenguaje asertivo, mensajes en yo, los matices de nuestra expresión oral que implican un juicio, etc.
Dicha práctica me parece que modifica y mejora una asamblea de aula, haciéndola más democrática y participativa. Nos comentó trucos para que participe el alumnado tímido y en que ocasiones es adecuada.
Os dejo un enlace a la revista CONVIVES nº 21, que trata de este tema de modo monográfico. Valoro la propuesta «Círculos de diálogo» valiosa para la mejora de la convivencia y facilitar la resolución de pequeños conflictos (parte de la dinámica coincidía con la mediación); pero fundamentalmente como estrategia preventiva porque veo que puede mejorar la cohesión del grupo, la comunicación asertiva y el respeto entre todas las personas del aula.