Bisquerra y Berrocal. Lunes 3 de diciembre en Zaragoza.

 

 

 

 

 

 

La pasada semana pudimos asistir a la ponencia de Rafael Bisquerra y Fernández Berrocal en la Facultad de Educación.

Ambos demostraron su magnífica inteligencia emocional, compartiendo estrado y aportando cada uno desde su singularidad, propuestas y estudios en este campo.

Bisquerra habló de  Universo de emociones, que consiste en organizar las emociones en familias utilizando la metáfora de las galaxias, que resulta muy visual.

Desde este blog ya presenté su propuesta en 2015. Si queréis más información podéis recabarla en este enlace. https://convivencia.wordpress.com/2015/06/20/universo-de-emociones/ o ir directamente a la web del proyecto.

Rafael Bisquerra propuso la actividad siguiente. Preguntar al alumnado sobre las emociones y hacer un listado. Después analizar: que es una emoción y que no lo es; que es un estímulo que desencadena la emoción y que es una acción consecuencia de la emoción.

Pienso como él que el alumnado confunde los tres apartados, no solo en edades tempranas, y que hay que trabajar más sobre eso. Pero esto es un trabajo que dura toda una vida.

Nombró a Bertrand Russell, Eckman y sus rostros de emociones básicas, y la rueda de emociones de Robert Pluchik, entre otros. Su sesión fue breve pero intensa.

Berrocal  alternó las diferentes investigaciones con ejemplos de la vida diaria, todo ello salpicado con toques de buen humor.

Citó a Bracket, que dirige un ambicioso proyecto de educación emocional en Yale. Aquí hay un enlace para tener más información.  http://ei.yale.edu/person/marc-brackett-ph-d/

Sheldon Cohen relacionó emociones positivas y menor impacto gripal, en la línea de otras investigaciones como la de Davidson  que apuntan la posibilidad de que las emociones positivas puedan mejorar la función inmunológica.

Sigal Barsade y sus estudios sobre emociones en el ámbito laboral, interesantes aportaciones sobre como las personas con alta IE trabajan mejor en equipo. https://mgmt.wharton.upenn.edu/profile/barsade/

No se olvidó de Damasio, uno de los grandes, nombrando su «marcador genético», esa intuición dificilmente explicable desde la razón.

Analizó las emociones que experimentamos los docentes en el trabajo y como estas se contagian a nuestro alumnado, interesantísimo.

Terminaré con una recomendación llevemos la IE al aula para  educar a nuestras criaturas y aprovechemos para reeducarnos ya que no lo hicimos de estudiantes, aún estamos a tiempo.

Quería saber si esta entrada ha servido a alguien, pues redactar esto es muy laborioso en tiempo y esfuerzo, (aunque de este modo he completado la ponencia intentando saber más sobre las investigaciones y expertos que han nombrado). Agradeceré dejéis un comentario por favor, si esta entrada os ha resultado de utilidad.