Conductas disruptivas (Juan Vaello)

29 Oct 2009 2 comentarios

de Miguel Vaquero Herrera en F.Violencia

Ante la conducta disruptiva de un alumno, Juan Vaello considera “absolutamente indispensable” la actuación en equipo de los profesores y la importancia de sustituir las amenazas por advertencias. “La diferencia es que las amenazas rompen el lazo de empatía entre el profesor y los alumnos con lo cual el profesor pierde un referente de poder sobre ellos, es decir, se abren brechas donde tendría que haber puentes, mientras que las advertencias son una representación de uno de los principios que yo defiendo que es la firmeza calmada y empática, es decir, corregir sin crear resentimientos”.

2 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. Zule
    Nov 10, 2009 @ 00:17:31

    Me gusta este comentariio y creo en esa posibildad, pero seguro que al momento de la práctica en el aula es lo que menos nos sale al encuentro…nos hemos acostumbrado a vivr en la amenza, es una forma de sentir que no se piede el «poder» ?no?.
    Bueno, lo cierto es que estoy elaborando un trabajo respecto al conflicto escolar y c´mo facilitar herramientas..cualquier documentos y demás es bienvenido, ¡gracias de antemano¡
    Me comprometo a advertir!!!…pero….hasta cuántas para no llegar a la amenaza 😦

  2. Erika Helene Bogner
    Mar 11, 2012 @ 20:55:58

    No estamos formados para atender las demandas sociales y emocionales de nuestros alumnos. Somos expertos en el área académica y casi siempre inexpertos a la hora de lograr un equipo de trabajo profesor-alumnos. Reaccionamos por intuición ante la dificultades, que siempre aparecen en mayor o en menor medida. Es frecuente que hagamos las cosas mal por falta de experiencia y lo que hacemos es «abrir brechas», gritamos, perdemos el control. Para que haya puentes necesitamos formarnos. La formación emocional del profesorado debe ser una exigencia en los tiempos en los que vivimos, en dónde los límites son muy débiles en las familias y los jóvenes buscan referentes en la figura de sus profesores. Tenemos que estar a la altura.

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