Se ofrecen abrazos gratis.
Es curioso ver las diferentes reacciones de la gente: desde la huida o rechazo, indiferencia hasta la entrega. La primera persona que acepta es un camarero, una vez roto el hielo otros siguen su ejemplo.
Abrazando y dejándonos abrazar de modo consentido, generamos entre otras sustancias oxitocina, hormona responsable de la conducta de apego que aporta beneficios a niveles cognitivos y afectivos. Sigamos el ejemplo del vídeo.